Después de agonizar duele. Duele haber perdido tanto tiempo en cosas inútiles, en sin razones a veces muy razonables. Duele insistir pero más duele la esperanza. Incluso morir duele pero sobre todo, duele la vida. El dolor huele dulce, atrae, algunos inconscientes otros penitentes. La solución está en restar, restale importancia y esto sabrá a libertad. Para sentir hay que sufrir.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Nunca perdemos el tiempo, solo aseguramos cosas, y cuando conocemos el resultado entonces si que solo podemos pensar que ha valido o no la pena, pero quiza despues en el futuro... quien sabe?
ResponderEliminar:)