
Me encuentro a la intemperie, aturdido, desorientado, sin luz latente. No se si esto forma parte de la realidad o ficción, o directamente estoy muerto. Es aterrador, y mis pálpitos no cesan, aceleran, se multipiclan. La nocturnidad permanente, constante y callada, o a susurros. Tengo tantas convicciones como suposiciones, todas mentiras imagino. Pero la adversidad es tal que ni el hambre aprieta, acrecenta el odio que sumado al odio opuesto supondrá la explosión. Explosión en la cual me hallo inmerso, interna y además común, concluyo.
mola, te pareces a Herman Hesse x)
ResponderEliminaralaaaaa
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